No. Lo que adquieren nuestros usuarios es el derecho a utilizar el programa. Este derecho, según nuestro modelo comercial actual, es permanente, pero el programa sigue siendo propiedad de nuestra empresa. Por ley, somos proveedores de servicios, pagamos ISS y no ICMS, y por eso nuestra factura es por servicios. Esto explica por qué el software no se vende a los consumidores finales, sino que se licencia.
Además del propio licenciamiento, la empresa también presta otros servicios relacionados con el software, que cobra aparte, como: personalización (adaptación del programa a las necesidades del cliente – ejemplo: integración con el software de gestión), soporte técnico, envío actualizaciones, recuperación de activación de programas (en caso de pérdida accidental), formación, etc.